Piedra original de la casa de St. Jean-le-Vieux:
Michel De PUCHULUTEGUY año 1764


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Mi Genealogía

Viaje Genealógico 2006 - País Vasco

Como consecuencia del último viaje le dije a Hugo que este año, durante nuestras vacaciones, quería volver al País Vasco para continuar con las investigaciones y que me gustaría disponer de más días que el año pasado. El asunto era combinar las vacaciones con la genealogía. Yo tenía que tener en cuenta que Hugo quería pasear (después de todo, eran también sus vacaciones!).

La idea era ir a Barcelona, investigar un poco, pasear por algún lado nuevo y manejar hasta el País Vasco. Los pasajes estaban un poco caros para la época y a último momento encontramos vuelo para París. Cambio de planes!

Anhaux
Hacé click para ver las fotos.

Llegamos a París el 22 de septiembre y allí nos encontramos con Nicole LAGUARDE, una compañera del grupo GenFrancesa y gran colaboradora de Apellidos Franceses. La pobre mujer nos esperó casi tres horas en el aeropuerto porque al estar este en construcción, nos demoramos mucho tiempo en salir. Ya contentas por el encuentro y después de pedir mil disculpas por el retraso, tomamos el tren al centro de la ciudad y fuimos a tomar un cafecito, o era una cerveza? Nicole se fue a los archivos de París a 'trabajar' y nosotros al hotel a descansar (un ratito porque había que salir a conocer París!).

Esa misma noche fuimos a cenar a la casa de Denis GLENDARD , propietario del grupo de Basque Genealogy y amigo genealógico desde hace 4 años. Quedamos en encontrarnos a las 9 a la salida del subte. Resulta que Hugo tenía una conferencia telefónica y no terminó hasta pasadas las 9. Volví a llamar a Denis para avisarle que estábamos atrasados. Bajamos del hotel y fuimos caminando hasta la estación que estaba a dos cuadras. Justo en esa parte no había boletería, así que tuvimos que ir hasta la otra salida que estaba a tres cuadras. Pudimos comprar los boletos e hicimos el recorrido hasta donde nos había indicado Denis. Salimos a la calle por una de las 5 salidas del subte y, dónde está Denis? Lo llamamos por teléfono y pudimos encontrarlo. Vivan los celulares!

Finalmente nos conocimos en persona, qué emoción! Nos fuimos los tres en el auto hasta la casa que estaba a 10 minutos. En la casa estaban su mujer, Cécile y los 3 hijos, Zoe, Cristóbal y Arturo. Divinos! Vale decir que también había unos pimientos de piquillo rellenos hechos por Denis siguiendo la receta de su madre, que eran una delicia. Realmente pasamos una noche 'en familia'. Gracias a ellos por recibirnos de tal manera.

Y con quién nos encontramos el domingo a la noche en Montparnasse? Con nuestra queridísima Graciana ERRIEST . A Graciana la conocí en una reunión de miembros de ArgenGen cuando fui a Argentina en 2004. Como sé que ella viaja todos los años a Francia, le mandé un mail para preguntarle su itinerario. La idea original era encontrarnos en el País Vasco, pero al cambiar el pasaje de Barcelona a París, nos cambió la fecha y así el itinerario. Tuvimos suerte y coincidimos en París el día que ella viajaba de Pau hacia París. Tomamos unas cervezas, charlamos un poco de genealogía (no mucho para no aburrir a Hugo, el santo!), y después nos fuimos a comer unas pizzas con vino tinto. Quedamos en encontrarnos cuando volvíamos a París para reunirnos con Nicole.

El País Vasco

Este era el momento que había esperado con ansias y ganas locas. Por fín llegamos al País Vasco! Ustedes me entienden, no?

Llegamos poco después del mediodía, cuando todo estaba cerrado y la gente almorzaba o descansaba. Fuimos directo a Ispoure, a la maison ETCHAICIN para ver a Mme. ALCHOURROUN, pero no la encontramos. Le dejé una nota diciéndole que estaba en la ciudad y que volvería más tarde.

Ese día fui directamente al ayuntamiento de St. Jean-Pied-de-Port porque era el único que estaba abierto. Este año, con un francés más pulido que el año anterior, le cuento a la señora (la misma que estaba allí antes) lo que buscaba y le pregunto si se acordaba de mi. Pero no, ella fue honesta y me dijo que no. Claro, por esa oficina pasan muchas personas día a día. Justamente, a los pocos minutos de mi llegada, entró un señor argentino acompañado de un francés (su primo). El, al igual que yo, buscaba actas de sus antepasados. Lo malo es que yo no las encontré.

Ya ese día no me quedaba más trabajo por hacer en los ayuntamientos porque estaban cerrados, entonces nos fuimos a buscar un lugar para dormir. Con Hugo estuvimos todo el viaje desde París hasta el País Vasco durmiendo en los Gites de France. Estos son los Bed & Breakfast de Francia. Buscando en el mapa encuentro una casa entre Ispoure y St. Jean-le-Vieux que me pareció bien porque estaba cerca de donde yo tenía que hacer mis búsquedas. Llamo por teléfono a la señora (sí, claro que en francés!) y le pregunto si tenía disponibilidad y me dijo que sí. Allá vamos entonces.

Llegamos, toco el timbre y sale una chica joven, algo atípico porque los Gîtes, por lo general, son atendidos por gente mayor ya retirada. Me presenté y le dije que quería ver la habitación. Ella se mostró un poco sorprendida, como que no me esperaba, pero igual me habló de la habitación. En un momento dado de la conversación me dirijo hacia ella como "Madame Monique" y ella me dice que no se llamaba Monique, que se llamaba Marie ANTCHAGNO. Ahora la sorprendida era yo porque, cómo podía ser? Habíamos llegado al lugar equivocado. Resulta que los caminos tienen señales indicando donde están las casas de los Gîtes de France, pero aparentemente doblamos en la calle equivocada y dimos con esta otra casa.

Bueno, igual vi la habitación, estaba muy bien pero era en el segundo piso y no tenía baño privado, como nos gusta a nosotros. Palabra va palabra viene, le digo a Marie que yo era Argentina y ella me dice sorprendida y contenta:"yo hablo español y me encanta Argentina. Mi tío es argentino" - y llama al tío 3 o 4 veces porque era casi sordo: BERNARD!

Bernard es un hombre de 95 años, nacido en el País Vasco y en 1936 emigró a Argentina. Allí vivió por más de 40 años cuidando de vacas y ovejas en un pueblo cercano a Bahía Blanca, Pcia. de Buenos Aires. Ya mayor, volvió a Ispoure a vivir con su hermana Pascaline. Bernard era un viejito tan lindo y estaba tan contento de encontrarse con alguien de Argentina, que yo lo miré a Hugo y le dije con la vista 'cómo nos vamos a ir?'.

Hugo se quedó charlando con Bernard (ver foto 5) y yo arreglaba el tema de la habitación con Marie. Me contó que ella estaba de visita, que vivía en Bayonne y que era su mamá, Pascaline, la que se encargaba del alquiler de las habitaciónes. Marie me preguntó si no preferíamos quedarnos en la planta baja de la casa y yo la miré confundida. Me explicó que abajo tenían una casa completa: dos habitaciones, sala de estar, baño y cocina. Estuvimos tan cómodos que pasamos dos noches en casa de los ANTCHAGNO.

Esto es lo lindo de los Gîtes de France porque uno tiene la oportunidad de conocer a la gente local y aprender un poco sus formas, sus rutinas y por qué no su historia.

Bernard nos contó que cuando él era joven fue a la guerra en Francia y al poco tiempo perdió un brazo. En aquella época el gobierno no le daba una pensión y el País Vasco era una región muy pobre. Decidió irse a Argentina en busca de mejor fortuna. El sólo sabía hablar en euskera y tuvo que aprender castellano. Uno lo escucha hablar y es lo mismo que escuchar a cualquier argentino. Nos contaba que al volver a vivir a Francia, tuvo que aprender francés, pero al mismo tiempo le enseñó castellano a sus sobrinas.

No pudimos hablar mucho con Bernard ya que al ser sordo, él no nos entendía y se cortaba mucho la conversación. De cualquier manera, el hecho de haber conocido a Bernard, un vasquito de verdad, de esos que uno se quedaría hablando horas, hizo que valga la pena el viaje hasta allá, independientemente de si encontraba lo que buscaba.

Bajamos nuestras pertenencias y nos instalamos en la casa de la planta baja y nos fuimos hasta Ahaxe, un pueblo aledaño a St. Jean-le-Vieux. Con una copia del catastro napoleónico en la mano, fui en busca de la Maison PUCHULUTEGUY, supuestamente la original. Al llegar a una intersección que parecía ser la que estaba en el mapa, veo a una mujer y le pregunto si conocía la Maison PUCHULUTEGUY y me indicó cual era. Corriendo voy hacia ella y veo a una mujer entrando en el garage. Le explico quien era y que buscaba. Sí, sí, todo en francés! La señora al principio fue un poco corta, no la culpo, pero después entendió un poco mejor mis intensiones y nos invitó a pasar.

Ella se llama Marie Gracie BIDEGARAY y está casada con Jean OLHA , quien heredó la casa. Fueron los abuelos de Jean quienes eran arrendatarios y que luego compraron la casa. Por ende, ellos no saben nada de la historia de esta ni quienes la habitaban. Como bien sabemos nosotros los genealogístas, esto se puede averiguar por medio de los documentos de compra/venta y los censos.

Nos mostró la casa y nos contó cómo era la distribución antigua y con qué fines se utilizaban las habitaciones. Justo en ese momento llega él del trabajo, un hombre serio y de pocas palabras. Nos invitaron a tomar un apéritif con unas galletitas. Divinos!

Luego salimos a la calle a sacarnos una foto que Jean no quería porque decía que estaba todo sucio. Quedamos en mantener comunicación por medio de cartas.

Al día siguiente me levanté temprano y fui hasta el ayuntamiento de St. Jean-le-Vieux que sólo abre de 9-12hrs. Hugo se fue a sacar fotos y a tomar un cafe au lait al bar de la esquina.

Al entrar al ayuntamiento me encuentro con Maite, quien acordándose de mi visita del año pasado, se sorprendió al verme. Me trajo todos los libros que tenía y entre ellos aparecieron dos que no había visto antes. Uno era de bautismos, matrimonios y defunciones que comenzaba en el año 1613. El libro estaba escrito primero en castellano, luego en latín y continuaba en francés. Luego había otro libro, enorme, con datos de compra/venta y otros registros que no llegué a entender a qué se referían. Lo dejé para otro año ya que el primer libro me iba a consumir todo el día.

Encontré unas cuantas cosas que buscaba, otras que aparecieron por sorpresa y otras que no se dejaron ver. Por qué falta el año 1710? Justo ese era el que necesitaba para dar con la partida de nacimiento de mi noveno abuelo. A las 11:55 me dice Maite que se tiene que ir al ayuntamiento de St. Michel y por ende, yo me tengo que ir. Me dijo que podía dejar todo como estaba si quería volver al día siguiente. Así lo hicimos. Llegué temprano para sacarle jugo a las horas y leí los libros lo más rápido que pude. Mientras tanto, Hugo había ido a Jaxue a buscar una defunción. A las 12 del mediodía, cerré los libros y acomodé la mesita donde estaba trabajando. Le agradecí a Maite y me despedí ella.

Dejamos St. Jean-le-Vieux y fuimos hasta Anhaux. El día estaba muy lindo y paramos para almorzar a un lado de la ruta en una punta de la montaña que tenía buena vista del valle. Al terminar de comer foi gras con un buen Bordeaux, fui a chusmear el cementerio que estaba a tan sólo 50 metros. Hugo se quedó por ahí, cerca del auto.

Una por una, revisé las lápidas hasta que encontré PUCHULUTEGUY. Eureka! Lo interesante es que estas personas habían fallecido hacía sólo 30 años. Alguien del pueblo tenía que conocerlos, no? Entonces salí corriendo del cementerio y le dije a Hugo que iba a preguntarle a alguien por los PUCHULUTEGUY. Me preguntó con quién iba a hablar si el pueblo estaba vacío, pero yo ya había aprendido del viaje anterior: hay que tocar la puerta y decir Madame, Madame!

Así fue como toqué la puerta de la primera casa. Apareció una señora, le expliqué quien era y por qué le tocaba la puerta. Me dijo que ella no era oriunda de Ahaxe y que no conocía ningún PUCHULUTEGUY, pero me sugirió que probara con la vecina, ya que ella seguramente sabría.

Una vez más, me esforcé con el francés. Bueno, en realidad las palabras me salían con fluidez dado que hablar resulta fácil cuando uno tiene el libreto armado. El problema es entender lo que a uno le dicen! Pero por suerte, la gente del sur tiene un francés un poco más abierto y pronuncian más las letras al final de una palabra :)

Veo a una señora en la venta y le explico lo que buscaba. La señora baja, abre la puerta y me hace pasar a la sala de estar. Le conté que estaba haciendo mi genealogía y que había encontrado a unos PUCHULUTEGUY en el cementerio de la iglesia. Le pregunté si sabía algo de ellos y me dijo que ella no los conoció aunque pensó que un vecino podía tener información. Lo llamó por teléfono. Lamentablemente para mi, este señor no estaba en su casa. Llamó a otro señor y le dijo que creía recordar que los PUCHULUTEGUY vivían en la maison ZUNAÏNIA del barrio Chuhito de Anhaux.

Seguí charlando un poco más con la señora, que estaba sorprendida porque yo había viajado de Argentina hasta Anhaux en busca de mis antepasados. Le dije que no, que yo vivía en Estados Unidos y que había nacido en Argentina. "Estados Unidos?" preguntó ella, "yo viví en Chino, California y mi hermano vive en Idaho " me dijo en un perfecto inglés. Increíble!

Madame Michelle PARIS , así se llama, vive en la Maison APESTEYA de Anhaux. Quedamos en que yo le iba a escribir y que ella iba a averiguar más información sobre estos PUCHULUTEGUY. Qué mejor que eso? Salí de la casa super contenta y le conté a Hugo lo que había pasado. Él se reía porque según él, yo soy una caradura que hablo con cualquiera.

Dejamos Anhaux con rumbo a Ciboure, pegado a St. Jean-de-Luz, donde viven Jean-Michel SALABERRY y su mujer, Marie Frances MALGOR. Jean-Michel es un francés con el que crucé un par de emails años atrás. Fue Graciana quien nos puso en contacto inicialmente porque él tiene en la genealogía de la mujer un MALGOR casado con una PUCHULUTEGUY.

Cuando nos encontramos con Graciana en París, me dice 'no dejes de llamar a los Sallaberry que te quieren ver'. Así fue como desde un bar en St. Jean-Pied-de-Port llamamos a los SALLABERRY y quedamos en encontrarnos a las 5 de la tarde en la estación de tren de St. Jean-de-Luz.

Jean-Michel es una persona con muchísimos conocimientos genealógicos, presidente de una asociación de genealogía (que ahora no recuerdo el nombre) y por ende con muchos contactos. Se imaginarán que hablamos bastante de genealogía.

Le comenté a Jean-Michel el problema que tuve en los dos viajes con los horarios de los ayuntamientos y que quería volver dos semanas el próximo año . Me dijo que le avise con tiempo para poder organizar mi estadía con sus contactos y así evitar la pérdida de tiempo. No es genial?

La noche que cenamos con los SALLABERRY fue la última noche en el País Vasco ya que al día siguiente nos tomamos el tren rumbo a París. El final del viaje estaba cerca.

París

En París llamé a Graciana y quedamos en encontrarnos en una estación de subte. Ella me dijo que me esperaba en la salida de la calle tal. Cuando salgo del subte, busco esa salida. Voy en dirección a ella y cuando llego a la puerta me encuentro con que unos cuantos policías estaban cerrando la salida hacia la calle. Se podía salir por otros lados pero el lugar estaba lleno de gente. Cómo iba a hacer para encontrarme con Graciana? Tuve suerte y la encontré. Graciana me dijo que habían cerrado la salida por cuestión de seguridad dado que había un paquete sospechoso.

Tomamos el tren hacia la casa de Nicole LAGOUARDE que nos esperaba para almorzar. Allí también estaba otra de las ídolas francesas, Marie Thérèse STOTCLÉT.

La genealogía es algo que me encanta, no sólo por el hecho de reconstruir una historia a partir de actas antiguas sino también porque por este medio se conoce gente maravillosa, de gran corazón. Nos recibieron en sus casas y nos invitaron a comer con sus familias como si nos conocieran de toda la vida. Hugo y yo no dejábamos de asombrarnos por la amabilidad y cordialidad de la gente, tanto los de los grupos de genealogía como los que conocimos durante nuestra estadía.

A todos ellos MUCHÍSIMAS GRACIAS por agasajarnos de tal manera y por ser parte de recuerdos innolvidables. Los esperamos en Tampa!

Foto Yapa

Como yapa para los que llegaron al final del relato, les dejo esta foto de uno de nuestros almuerzos por las rutas francesas. Vino tinto, salamín, jamón crudo y una mousse de foie! Te gusta nuestra mesa?

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